Un don inmenso:
“Mujer, ahí tienes a tu hijo” “Ahí
tienes a tu madre”
AMBIENTACIÓN:
De nuevo unid@s en oración con motivo de la
celebración de los 25 años de JuCar en nuestra provincia Bética Carmelita.
Es una alegría sentirnos FAMILIA, herman@s, porque
todos nosotros hemos encontrado en el Carmelo nuestro camino para seguir a
Jesucristo, para vivir el Evangelio en medio del mundo, en servicio y comunión
con nuestra Madre la Iglesia, que en estos días vive unas jornadas intensas de
oración y acción de gracias por nuestro nuevo Santo Padre Francisco.
Cercana ya la Pascua, que muchos de nosotros viviremos
juntos, queremos acercarnos al monte del Calvario y permanecer al pie de la
Cruz con nuestra Madre la Virgen María … Comencemos nuestra oración haciendo silencio
de nuestro corazón e invocando al Espíritu Santo.
“Ven Espíritu Santo, brisa suave, ven a mí y
enséñame a orar. Silencia mi corazón de tantas preocupaciones y ruidos que me
agitan y abre mi corazón a tu voz, para que pueda escuchar tu susurro en mi
alma y acoger tu Palabra como nuestra Madre, con un ¡Hágase! humilde y confiado
de entrega total. Quiero meditar y acoger tus Palabras de Vida en mi propia
vida. Espíritu Santo que me habitas, tú me descubres que soy hij@ amad@ del
Padre. Él que me ha creado y me conoce hasta el fondo, me ama sin medida y espera mucho de mí.
Enséñame a vivir como hij@, enséñame a descubrir su amor manifestado en Jesús”
TEXTO BÍBLICO
Estaban en
pie junto a la cruz de Jesús su madre, María de Cleofás, hermana de su madre, y
María Magdalena. Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo
preferido, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego dijo al
discípulo: «Ahí tienes a tu madre». Y desde aquel momento el discípulo se la
llevó con él.
Palabra de
Dios
MEDITACIÓN:
MEDITACIÓN:
Vuelve a leer
el texto bíblico despacio, y medítalo en silencio, Dios te habla hoy a ti.
¿Cómo
agradecerte Señor tanto amor? Al don de
nuestra Salvación añades el don de María, tu Madre, mi Madre. El Escapulario, “vestido”
y signo de esta realidad, de este AMOR:
-SIGNO DE TU AMOR, MADRE: “estaba al pie de
la cruz” también hoy Madre estás conmigo en todos los momentos de mi vida, en
las alegrías y en los momentos más oscuros donde vivo el sufrimiento, la
soledad, la duda, la debilidad, ... Tu silenciosa presencia al pie de mi cruz, me
da fuerza y aliento para seguir caminando con fe y esperanza en Dios que jamás
me abandona.
-SIGNO TAMBIÉN DE MI AMOR A TI, de mi deseo
de dejarme iluminar por tu vida, de mi deseo de amar a tu Hijo como tú, Madre,
y hacer conocer a mis hermanos su Amor, que nos salva, nos perdona y nos colma
de plenitud y de alegría verdadera.
“Enséñame
Madre a estar junto a Él con amor fiel, sin condiciones,... Ayúdame a olvidarme
de mí y abrir los ojos para ver y amar a los demás con los ojos y el corazón de
tu Hijo Jesús. Tu esperanza inquebrantable en el amor de Dios, me invita a no pasar de largo ante el sufrimiento de
quienes me rodean. Enséñame Madre a permanecer, a amar, creer y esperar, cuando
todo parece perdido, sabiendo que por este camino no quedaré defraudado y seré
sorprendido por la mañana de la Resurrección.”
Cierra los
ojos y en silencio escucha el canto: Diario de María
ORACIÓN
DE ACCIÓN DE GRACIAS
25
AÑOS JUCAR EN LA PROV. BÉTICA
¡Oh,
Señor, todo lo que tú haces está bien!
Te
damos las gracias por el camino que hemos recorrido juntos, durante estos 25
años vividos.
Saliste
a nuestro encuentro y tu presencia nos impulsó a caminar en esperanza.
Has
sido para nosotros, a la vez, el camino y el compañero de camino: ¡cuántos
rostros, sueños, sonrisas, miradas, gestos, momentos de oración y compromisos te han hecho presente en
nuestra vida y nos han hablado de Ti!
Tú
has sido el principio y el fin de cada jornada, de cada encuentro, de cada
curso y celebración.
Tú,
la razón de nuestra vida y el motor de nuestra historia, continúas abriéndonos
horizontes nuevos de entusiasmo y generosidad.
Gracias
por habernos llamado al Carmelo y habernos hecho parte de esta gran familia.
Queremos
vivir nuestra fe en comunión con la Iglesia y al servicio del Reino de Dios.
Tu
Madre, la Virgen del Carmen, nos ha acompañado en todo momento y ha velado por
cada uno de nosotros. Como ella, deseamos hacer siempre tu voluntad y, así, comunicarte
al mundo para que, los que no te conocen, te conozcan, los que se hayan alejado
de ti se acerquen con alegría y los que viven sin esperanza encuentren en tu
Evangelio la razón y el fundamento de sus vidas.
¡Gracias,
Señor,…!

"Enséñame Madre a permanecer, amar, creer y esperar cuando todo parece perdido..."
ResponderEliminarGracias
Desde la Fraternidad SAREPTA deseamos a toda la familia del Carmelo una feliz Pascua y encuentro con el Señor. Con María unimos nuestras voces al cantar, "hágase Señor tu voluntad en mí".
ResponderEliminarUn abrazo