Tal día como el 30 de Julio de
2013 acabó una etapa de mi vida. Posiblemente la mejor etapa de todas. Mi paso
como niña por los campamentos JuCar de Región Ibérica. Puede que mucha gente no
lo entienda, pero eso de ir a un campamento con los nervios de no saber lo que
te vas a poder encontrar y volver habiéndote encontrado una segunda familia
allí es algo verdaderamente increíble. Esa sensación es la que algunas personas
han podido vivir en Alarcón, un campamento increíble con gente más increíble
aún.
Aunque yo esto ya lo tenía un
poco más visto, ya que a mi generación le ha tocado despedirse este año tras
tres años de campamentos. Realmente pienso que los mejores sentimientos son los
que, por más que lo intentes, no podrías describir nunca con palabras. Y eso es
lo que me pasa a mí cuando quiero hablar de la gente que he conocido en mi paso
por JuCar, en especial de mis veteranos, los que me han marcado especialmente
en este año y en este campamento, aunque algunos faltaran y se notara su
ausencia bastante.
Como ya he dicho, han sido tres
años los que hemos pasado juntos, tres pascuas, tres campamentos, y miles de
momentos los cuales nunca voy a poder olvidar. Imposible de describir lo que
puedo llegar a sentir cada vez que recuerdo algunos de ellos. Por eso sé que ha
merecido la pena vivirlos y que no los habría cambiado nunca por nada. Durante
los 12 días que estuvimos en Alarcón nos unimos de una manera bestial, o mejor
dicho, Dios nos unió.
Y de verdad, desde mi primera
experiencia JuCar allá por el verano de 2010 no hay día en el que no agradezca
a Dios el hecho de que me haya unido con toda esa gente, porque cada campamento
y cada Pascua ha hecho que mi vida cambie poco a poco, y no precisamente para
mal. Da pena pensar que se ha acabado esta etapa, sí, pero ahora toca lo mejor,
mostrarle al mundo todo lo que me ha enseñado JuCar, y empujarles a que ellos
también vivan estas experiencias únicas.
Toca no olvidarme de todo lo
vivido estos años y al recordarlo, recordar también toda la gente tan
maravillosa que te puedes encontrar en cualquier parte del mundo. Toca luchar
por que JuCar siga adelante como hasta ahora y porque mucha más gente pueda
vivir lo que es pertenecer a esta gran familia. Y ya sólo me queda decir que
después de escribir esto, una vez más, me doy cuenta de por qué pertenezco a
JuCar, y es porque, estés donde estés, y sea el momento que sea, siempre vas a
encontrarte a alguien que te recuerde momentos que te hagan sonreír si lo
necesitas, o simplemente te harán ellos mismos sonreír, ya que, básicamente,
eso es lo que hace una familia. Porque NO HAY DISTANCIA QUE NOS SEPARE MIENTRAS
HAYA UN CIELO QUE NOS UNA.
GRACIAS JUCAR.
Paula Bueno
JuCar Begoña


No hay comentarios:
Publicar un comentario