jueves, 26 de diciembre de 2013

Clausura 25 Aniversario Jucar en el Presente (I)



Gonzalo- Cuando Salvi nos dijo que hiciéramos un ‘discursito’ sobre nuestra experiencia en JuCar, lo primero que pensamos fue que era muy difícil resumir tanto en tan pocas líneas. Porque JuCar no es solo un grupo, una reunión, un campamento o una Pascua: es un sentimiento, me arriesgaría a decir que es una forma de vida. Algo que, si no experimentas, nunca vas a llegar a comprender. Vamos a intentar contaros que ha significado para vosotros. Seguramente, muchos os sintáis identificados.
Victoria- Yo, de pequeña, no sabía lo que era JuCar, pero me enteré que allí se hacían las cartulinas que luego se colgaban por todas las paredes del colegio. Y yo quería hacer cartulinas. Así entré, y desde entonces, no he podido separarme, ni pienso hacerlo.
Gonzalo- Al principio, me encantaba ir cada viernes al cole para volver a ver a tus amigos y hacer juegos y dinámicas con los monitores. Conforme pasaron los años, poco a poco vi lo profundo que se escondía tras cada reunión. ¿Por qué mis catequistas se esforzaban tantísimo por hacer cada viernes un poquito más especial? Y sin cobrar nada. Así me di cuenta de lo primero que es, ante todo, JuCar: un sentimiento. Ya tenía claro que yo también quería ser monitor.
Victoria- La primera oportunidad que se nos presentó fue la Pascua, pero no fuimos. Mi monitora, la que ahora es mi madrina, me dijo que me arrepentiría si no iba, que me estaba perdiendo una gran oportunidad. Pensé que estaba exagerando, ahora me doy cuenta de que no.
Gonzalo- Pasó el tiempo, y llegó el Camino de Santiago. No nos lo pensamos dos veces. Cuando llegamos allí, los de Málaga no conocíamos a nadie; en cambio, todos los demás se abrazaban nada más verse. Descubrimos entonces que JuCar es, en segundo lugar, una familia. Y allí, en el camino, entramos a formar parte de ella. Nos llevamos experiencias increíbles y momentos inolvidables. Aprendimos a vivir.
Victoria- Después de tanto tiempo deseando volver, llegó Pascua. Nos reencontramos con muchas personas que significaban mucho para nosotros, pero nos esperaban dos reencuentros más, y más profundos. El primero, con nosotros mismos y con nuestros sentimientos más íntimos. Recuerdo llorar como un bebé abrazado a mi hermanito en la adoración a la cruz. Tras tantas lágrimas y tanto cariño, llegó el segundo reencuentro: con Dios. Entró en nuestros corazones, y desde entonces, no se ha movido de ahí.
Victoria- Este nuevo camino en el que JuCar nos había guiado, nos llevó a un paso más: la afirmación de nuestra fe, la confirmación. Tres años de preparación para lo que en un principio no suponía mucho más. Pero marco un antes y un después. Empecé a sentirme realmente consciente de lo que yo formaba parte, y a lo que me comprometía.
Gonzalo- Llegó el verano, llegó Alarcón. Una de las experiencias más bonitas de mi vida. Me marcó, no solo por la diversión, sino por la gente que allí conocí: ojalá se mantengan para siempre a mi lado. Llené mi corazón con trocitos de todos los que allí fuimos, y lo llené hasta arriba: creía que ahí se acababa mi andadura en esta gran familia. Pero, en septiembre, llegó la llamada. Iba a ser monitor. Nunca he sentido tanta emoción en mi vida. Iba a poder seguir con este sentimiento que es JuCar por muchos y muchos años más.
Victoria- Los niños eran unos bichos. Queríamos llegar al nivel de los que fueron nuestros catequistas, queríamos enseñarles a vivir, que tuvieran la misma experiencia que tuvimos nosotros. Pero, al final, ellos nos están enseñando mucho más de lo que nosotros somos capaces de enseñarles a ellos.
Gonzalo- JuCar, para nosotros, un sentimiento, una gran familia, un auténtico mogollón.
Victoria- Somos carmelitas, y orgullosos de ello.

Gonzalo Paz Delgado y Mª Victoria Paz Delgado.
JuCar Málaga

No hay comentarios:

Publicar un comentario