Como todo niño sin uso de razón nos apuntamos a JuCar como
un juego, como algo divertido donde podías aprender cosas, pero claro, ante
todo donde ibas a estar con tus amigos.
Pero poco a poco, cada año que ha ido pasando hemos ido
ganando ilusión por seguir aquí involucrándonos en la fe. No todos hemos
seguido año tras año, ni con la misma intensidad pero lo importante es los que
seguimos aquí a pesar de todo, incluso con más ganas con las que empezamos
gracias a la fuerza que nos transmitían nuestros grandes monitores. Han sido
unos cuantos añitos cortos pero intensos de esfuerzo… estando al pie del cañón,
sobre todo el año anterior a nuestra confirmación donde aprendimos muchísimos
valores de los que podríamos creer que aprenderíamos. Pero el momento más
marcado de todo lo vivido en JuCar, fue el momento de nuestra Confirmación en
el cual confirmábamos nuestra fe volviendo a renovar las promesas que hicieron
nuestros padres en su día, pero esta vez por nuestra propia voluntad en ese
día, ese día fue el momento más feliz de JuCar por ahora. Sí, por ahora porque
esto no terminó en la confirmación, nuestra gran involucración en JuCar empezó
cuando en una reunión del grupo todos decidimos meternos a monitores en respuesta
del compromiso de la confirmación. Después de esa decisión empiezas a
concienciarte de todo lo vivido estos años, donde todo suma y sigue.
Empezamos fuerte yendo al Encuentro de monitores en
Villareal, allí te das cuenta de que estas en algo grande e importante viendo a
todos esos monitores que llevan bastantes años con tanta experiencia y con
tanto que transmitir, unidos por el mismo sentimiento y compromiso de fe,
dándote ganas de empezar, de compartir con tus niños todo lo aprendido estos
años y a la vez seguir aprendiendo de todos ellos.
Una vez empezado el curso, el primer día al encontrarnos con
los niños, con esos pequeños monstruitos, con un sentimiento de felicidad de
volver a revivir nuestros primeros pasos por JuCar al verles tan emotivos y
nosotros a la vez tan nerviosos por las ganas de empezar una nueva etapa de
nuestra vida.
Es increíble la mezcla de sentimientos que nos ha llegado a
transmitir JuCar y los pilares importantes que hemos adquirido de nuestro
carisma de Carmelitas como el servicio, la oración y la fraternidad. Los cuales
ahora nos tocan transmitir a las nuevas generaciones como hicieron con nosotros
como una gran familia creando el gran futuro que tiene JuCar.
Este gran cambio ha significado para nosotros algo muy
importante, desde el punto de vista de ser monitor las cosas se ven mucho más
diferente, muchas veces ves que la felicidad de otros dependen de ti, notas
toda la responsabilidad de llevarles por un buen camino y la necesidad de
hacerlo bien… así pues ves que los niños agradecen lo más mínimo… que ‘las mejores
esencias se guardan en frascos pequeños’ porque no hay nada más bonito que
sentir que la sonrisa de un niño es gracias a ti, pero esto si que no sería
capaz sin la esencia de Dios en tu corazón.
En nombre de los
monitores novatos de Misterios 2013-2014.
Todo empieza por algo que no
dura ni un momento y que sin embargo te queda para toda la vida.
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