Buenas:
Somos Iñigo y Oscar, jóvenes
Carmelitas que decidimos pasar esta Semana Santa en la Pascua JuCar de Villarreal, en Castellón. Este año el Señor, nos convocó a la etapa más
importante de su vida, bajo el lema “PASALAPALABRA” (“Mira, yo pongo mis
palabras en tu boca” Jr 1, 10). Y eso es lo que vamos a intentar con este testimonio, pasar su Palabra.
Con la S de Servicio: trabajo en beneficio a los demás. Jesús ha hecho que nos acerquemos más al
significado del servicio a los demás. No
lo dudó ni un instante, se ciñó una
toalla y dirigiéndose a sus amigos les empezó a lavar los pies. ¿Y qué significa esto? Significa mirar al otro con ojos de cariño,
olvidando nuestros intereses propios, y dando a los demás aquello más valioso
que podemos tener, sin importarnos lo que “perdemos” y alegrándonos de lo que
el otro mejora. No hay que olvidar que
lo que con lleva este acto es algo lleno de gratuidad, y que es fundamental
para seguir a Jesús.
Con la M de Mesa: objeto de múltiple funciones. En ella se reúnen las personas, se
come, se comparte… Al igual que Jesús hizo con nosotros. Estando reunido con
sus amigos, en la mesa, tomó el pan y dando gracias al Padre, lo repartió,
dándoles de comer. Parece insignificante el sentido de una simple mesa. Pero Jesús lo establece como
punto de encuentro con los demás, en su nombre, compartiendo, alimentándose,
amándose, en definitiva, un lugar de VIDA. No debemos aparcar la importancia
de la Eucaristía, donde el Señor, en
comunidad nos reúne para alimentarnos de su cuerpo y de su sangre, para darnos
vida.
Con la F de Fe: Confianza, creencia ciega, fidelidad. La fe de Jesús fue firme, se
abandonó al Padre con una confianza ciega, haciendo únicamente su voluntad y
soportando toda humillación. Él sabía
que su entrega dolorosa iba a tener una recompensa, la más grande de todas, y por
ello (o mejor dicho por nosotros) perseveró. No nos puede derrotar una simple
caída, pues tenemos detrás a Jesús.
Hemos de confiar en Él y con Fe
ciega seguir su camino. Todo esto es posible si permanecemos en su presencia,
en oración.
Con la O de Oración: Momento de conversar con Dios. Jesús
antes de ser entregado, en el peor momento de su etapa, buscaba
refugiarse en algún apoyo que le permitiera
seguir. Este apoyo fue la oración, donde permaneció en la presencia del
Padre, pidiéndole fuerzas para realizar el plan que le había sido encomendado.
Muchas veces nuestra Fe no aguanta las caídas, pero tenemos que hacer como
Jesús que en su momento más difícil oró, se acercó al Padre y se dejó contagiar
de su fuerza.
Con la R de Resurrección: Volver a la vida. Todo lo vivido por Jesús no fue en vano. No murió en
la cruz. Venció a la muerte y volvió a la vida: Resucitó. Nos ama tanto que dio la vida por nosotros,
sepultó al pecado y nos regala la vida eterna. Es la mejor de las
Noticias, y no nos podemos callar.
Tenemos que estar alegres y llevar esta
alegría a los demás, no solo con
palabras sino con hechos. Lo que
conlleva un testimonio.
Con la T de Testimonio: Dar a conocer la vivencia personal.
Resulta complicado ser testigo de la resurrección de Jesús en esta sociedad, con tanta indiferencia.
Pero cuando tienes experiencia de Él, esa complicación se convierte en
motivación, para continuar firmes en el camino que el Señor tiene pensado para nosotros. Por eso queremos dar nuestro testimonio en
esta pascua:
Con la O de Oscar: para mí esta Pascua fue momento de estar con Jesús, de acompañarle en
los momentos más difíciles y a la vez en lo más alegres. De avanzar en oración al Señor, y de coger
fuerzas para transmitir la mejor de las noticias y con la mayor alegría, la
resurrección de Jesús. Y esto llevo en mí una proposición, para seguir
avanzando con los ojos cerrados en el camino que El puso en mí, mantenerme más
cerca del Señor a través de la oración,
para no tener dudas en mi fe y poder levantarme
de mis caídas. Y así, gozar de confianza ciega en el testimonio del
Señor.
Con la I de Íñigo: para mí este Paso del Señor ha sido un descanso. En muchas ocasiones
nos vemos envueltos en agobios, prisas y preocupaciones. Pero es importante
parar, y parar ante el Señor para descansar, para dejar en sus manos todos tus
problemas y que Él te guíe, te transforme. Vivir la muerte y la Resurrección
del Señor te lo hace ver claro. Te llenas de unas ganas nuevas, para afrontar
de otra manera esas preocupaciones: con alegría, con la confianza de que Jesús
vivo camina contigo, llevando su Evangelio. Y además intentas mirar al hermano
que tienes al lado de otra forma, intentando descubrir en el a Jesús. Parar es
bueno, parar y acercarse al Señor, hacer oración y llenarse de esas ganas que
te hacen vivir.
Os animamos a todos a que si habéis
recibido la Gran Noticia de que Jesús Vive, deis testimonio a los demás. Que lo
que Dios nos regala no nos lo guardemos para nosotros, sino que se lo regalemos
a todos cuantos nos rodeen. Dejemos que sea Él el que ponga las palabras en
nuestra boca y mueva los hilos de nuestra vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario