jueves, 16 de mayo de 2013

PASAPALABRAS



Buenas:
Somos Iñigo y Oscar, jóvenes Carmelitas que decidimos pasar esta Semana Santa en la Pascua  JuCar de Villarreal, en Castellón.  Este año el Señor, nos convocó a la etapa más importante de su vida, bajo el lema “PASALAPALABRA” (“Mira, yo pongo mis palabras en tu boca” Jr 1, 10). Y eso es lo que vamos a intentar  con este testimonio, pasar su Palabra.
Con la S de Servicio: trabajo en beneficio a los demás.  Jesús ha hecho que nos acerquemos más al significado del servicio a los demás.  No lo dudó ni un instante,  se ciñó una toalla y dirigiéndose a sus amigos les empezó a lavar los pies.  ¿Y qué significa esto?  Significa mirar al otro con ojos de cariño, olvidando nuestros intereses propios, y dando a los demás aquello más valioso que podemos tener, sin importarnos lo que “perdemos” y alegrándonos de lo que el otro mejora.  No hay que olvidar que lo que con lleva este acto es algo lleno de gratuidad, y que es fundamental para seguir a Jesús.
Con la M de Mesa: objeto de múltiple funciones. En ella se reúnen las personas, se come, se comparte… Al igual que Jesús hizo con nosotros. Estando reunido con sus amigos, en la mesa, tomó el pan y dando gracias al Padre, lo repartió, dándoles de comer. Parece insignificante el sentido de una  simple mesa. Pero Jesús lo establece como punto de encuentro con los demás, en su nombre, compartiendo, alimentándose, amándose, en definitiva, un lugar de VIDA. No debemos aparcar la importancia de  la Eucaristía, donde el Señor, en comunidad nos reúne para alimentarnos de su cuerpo y de su sangre, para darnos vida.
Con la F de Fe: Confianza, creencia ciega, fidelidad. La fe de Jesús fue firme, se abandonó al Padre con una confianza ciega, haciendo únicamente su voluntad y soportando toda humillación.  Él sabía que su entrega dolorosa iba a tener una recompensa, la más grande de todas, y por ello (o mejor dicho por nosotros) perseveró. No nos puede derrotar una simple caída, pues tenemos detrás a Jesús.  Hemos de  confiar en Él y con Fe ciega seguir su camino. Todo esto es posible si permanecemos en su presencia, en oración.
Con la O de Oración: Momento de conversar con Dios. Jesús  antes de ser entregado, en el peor momento de su etapa, buscaba refugiarse en algún apoyo que le permitiera  seguir. Este apoyo fue la oración, donde permaneció en la presencia del Padre, pidiéndole fuerzas para realizar el plan que le había sido encomendado. Muchas veces nuestra Fe no aguanta las caídas, pero tenemos que hacer como Jesús que en su momento más difícil oró, se acercó al Padre y se dejó contagiar de su fuerza.
Con la R de Resurrección: Volver a la vida. Todo lo  vivido por Jesús no fue en vano. No murió en la cruz. Venció a la muerte y volvió a la vida: Resucitó.  Nos ama tanto que dio la vida por nosotros, sepultó al pecado y nos regala la vida eterna. Es la mejor de las Noticias,  y no nos podemos callar. Tenemos que estar  alegres y llevar esta alegría a los demás, no  solo con palabras  sino con hechos. Lo que conlleva un testimonio.
Con la T de Testimonio: Dar a conocer la vivencia personal.  Resulta complicado ser testigo de la resurrección de Jesús  en esta sociedad, con tanta indiferencia. Pero cuando tienes experiencia de Él, esa complicación se convierte en motivación, para continuar firmes en el camino que el Señor  tiene pensado para nosotros.  Por eso queremos dar nuestro testimonio en esta pascua:
Con la O de Oscar: para mí esta Pascua fue momento de estar con Jesús, de acompañarle en los momentos más difíciles y a la vez en lo más alegres.  De avanzar en oración al Señor, y de coger fuerzas para transmitir la mejor de las noticias y con la mayor alegría, la resurrección de Jesús. Y esto llevo en mí una proposición, para seguir avanzando con los ojos cerrados en el camino que El puso en mí, mantenerme más cerca del Señor a través  de la oración, para no tener dudas en mi fe y poder levantarme  de mis caídas. Y así, gozar de confianza ciega en el testimonio del Señor.
Con la I de Íñigo: para mí este Paso del Señor ha sido un descanso. En muchas ocasiones nos vemos envueltos en agobios, prisas y preocupaciones. Pero es importante parar, y parar ante el Señor para descansar, para dejar en sus manos todos tus problemas y que Él te guíe, te transforme. Vivir la muerte y la Resurrección del Señor te lo hace ver claro. Te llenas de unas ganas nuevas, para afrontar de otra manera esas preocupaciones: con alegría, con la confianza de que Jesús vivo camina contigo, llevando su Evangelio. Y además intentas mirar al hermano que tienes al lado de otra forma, intentando descubrir en el a Jesús. Parar es bueno, parar y acercarse al Señor, hacer oración y llenarse de esas ganas que te hacen vivir.
Os animamos a todos a que si habéis recibido la Gran Noticia de que Jesús Vive, deis testimonio a los demás. Que lo que Dios nos regala no nos lo guardemos para nosotros, sino que se lo regalemos a todos cuantos nos rodeen. Dejemos que sea Él el que ponga las palabras en nuestra boca y mueva los hilos de nuestra vida.
¡ESTAD ALEGRES EN EL SEÑOR! ¡VIVE!




No hay comentarios:

Publicar un comentario