jueves, 17 de octubre de 2013

Amar África (2009)

Seguro que a muchos de vosotros os ha sorprendido este título… “Amad África”; quizá sonaría mejor ayudar, cooperar, pero ¿amar’? No solemos asociar amar con este continente empobrecido..., eso pensábamos nosotros antes de que este verano fuéramos a Burkina Faso (en África Subsahariana) y un amigo que ya había estado nos dijo amad África... y ahora para nosotros esta frase tiene mucho sentido, porque es imposible no amarla... .
La mayoría de la gente no sabe donde esta Burkina Faso, a no ser que seas un experto en geografía o hayas estudiado en el colegio Santa Maria del Carmen, como es nuestro caso. Desde que éramos pequeños llevamos escuchando este nombre asociado a fiestas JUCAR, bocadillos y campañas solidarias en las que todos hemos ido colaborando para ayudar a este país. El séptimo Pals más pobre del mundo según el IDH (in-dice elaborado por Naciones Unidas, basado en variables como esperanza de vida, educación, sanidad, etc., y no solo en la renta per cápita del país). Es un país pacífico, sin guerras ni conflictos y que destaca por su buena convivencia entre tantas religiones y tribus diferentes, y es por eso por lo que Burkina Faso significa “la patria de los hombres íntegros”.
Así que no dudamos ni un instante cuando nos propusieron ir como voluntarios al proyecto educativo “A la sombra del Baobab” durante el verano. Estuvimos trabajando en el colegio que los carmelitas acaban de abrir en Bobo-Dioulasso (segunda ciudad del país). Aunque la demanda era mucho mayor, “solo” pudieron asistir a las clases 220 niños, la mitad en aulas de infantil y la otra mitad repartidos en talleres de música, matemáticas y francés. Era emocionante ver sus caras de felicidad mientras jugaban con la plastilina, pintaban con rotuladores o simplemente se comían su plato de arroz..., tan emocionante que muchas veces pensábamos que nos llevábamos mas de lo que les estábamos dejando. Y ese es uno de los motivos, quizás el principal, por el cual hemos elegido ese título. Porque el que va a África no vuelve indiferente, porque para nosotros ha significado un antes y un después en nuestras vidas, porque es duro ver el drama de esta gente, pero también impresionante como lo afrontan con una sonrisa.
Muchos habréis oído que somos la primera generación que puede acabar con la pobreza. Quizá sea una utopía, quizá no, pero no por ello debemos de dejar de intentarlo y pensar que yo solo no puedo hacer nada, porque si algo hemos aprendido en este viaje es que gotita a gotita se forma un mar. Y así, formando un mar poquito a poco, llevan muchos años las misiones carmelitas en Burkina, ayudando sobre todo a los más pequeños con la creación de comedores sociales en la capital Ouagadougou y apadrinamientos en varias partes del país. Este año, por ejemplo, el proyecto JUCAR se encargará del funcionamiento y la manutención de La Escuela Nocturna “Nuevo Amanecer” que el padre Alejandro ha abierto en Ouagadougou, donde se ofrece educación secundaria a niños y niñas que tuvieron que dejar de estudiar.
Desde este pequeño artículo os animamos a trabajar por un mundo mejor y convertir las utopías en realidades... ¿Por qué? Porque merece la pena.

Michel y Luci

Antiguos monitores JuCar

No hay comentarios:

Publicar un comentario