El
suelo de parques, patios y calles se cubrió durante el otoño con un manto de
hojas caídas de los árboles. Los árboles se desprenden de las hojas que les
molestan para la nueva primavera. Después, en el silencio del invierno, se
preparan para ofrecer una eclosión de vida.
Como
la naturaleza se desprende de aquellos elementos que serían un estorbo para el
nuevo brotar, así también los creyentes, revisamos nuestra vida y, dejando
atrás aquello que nos estorba, nos abrimos a la acción de Dios
Escuchamos en silencio y pensando en las hojas que deben caer en nuestra
vida
LECTURA
EVANGÉLICA
Narrador: Jesús entró en la ciudad de Jericó y la fue
atravesando. Un hombre llamado Zaqueo, jefe de recaudadores y muy rico,
intentaba ver quién era Jesús; pero a causa del gentío, no lo conseguía, porque
era bajo de estatura. Se adelantó de una carrera y se subió a un sicómoro para
verlo, pues iba a pasar por allí. Cuando Jesús llegó al sitio, alzó la vista y
le dijo:
Jesús: Zaqueo, baja aprisa, pues hoy quiero
hospedarme en tu casa.Narrador: Bajó a toda prisa y lo recibió muy contento. Al verlo, murmuraban todos porque entraba a hospedarse en casa de un pecador. Pero Zaqueo se puso en pie y dijo al Señor:
Tiempo de silencio y reflexión
-
¿De
qué me quiero desprender en este tiempo de ADVIENTO que se aproxima?
-
¿Qué
va a suponer celebrar un año más la venida Jesús a mi vida?
ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS
25 AÑOS JUCAR EN LA PROV. BÉTICA
¡Oh, Señor, todo lo que tú haces está bien!
Te damos las gracias por el camino que hemos
recorrido juntos, durante estos 25 años vividos.
Saliste a nuestro encuentro y tu presencia nos
impulsó a caminar en esperanza.
Has sido para nosotros, a la vez, el camino y el
compañero de camino: ¡cuántos rostros, sueños, sonrisas, miradas, gestos,
momentos de oración y compromisos te han
hecho presente en nuestra vida y nos han hablado de Ti!
Tú has sido el principio y el fin de cada jornada,
de cada encuentro, de cada curso y celebración.
Tú, la razón de nuestra vida y el motor de nuestra
historia, continúas abriéndonos horizontes nuevos de entusiasmo y generosidad.
Gracias por habernos llamado al Carmelo y habernos
hecho parte de esta gran familia.
Queremos vivir nuestra fe en comunión con la
Iglesia y al servicio del Reino de Dios.
Tu Madre, la Virgen del Carmen, nos ha acompañado
en todo momento y ha velado por cada uno de nosotros. Como ella, deseamos hacer
siempre tu voluntad y, así, comunicarte al mundo para que, los que no te
conocen, te conozcan, los que se hayan alejado de ti se acerquen con alegría y
los que viven sin esperanza encuentren en tu Evangelio la razón y el fundamento
de sus vidas.
¡Gracias, Señor…!
Que este tiempo de adviento sirva pra hacer mas oracion y acercarme mas al pobre. Que el Señor me ayude a despojarme de mis hojas secas para que mi vida sea un vivo reflejo de la de Cristo
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