25 años
de Júcar de la provincia Bética, que gran alegría, seguiré rezando para que
siga adelante por muchos más y hagan el bien que, a personas como a mí, han
hecho las personas que integraban Júcar, mediante la convivencia, la oración,
el compartir...etc.
Mi nombre
es Nicolás, conocido como Nico o "El Sevillano" y tengo ahora mismo
todas las emociones posible dentro de mí; nostalgia, tristeza, añoranza, amor,
amistad, alegría, escribiendo estas breves líneas, cortas más bien diría yo,
para poder describir todo lo vivido en mis 9 años de pertenencia a Júcar
Sevilla.
Mis
comienzos fueron por una conversación que tuve con Rocío Fernández, mi cuñada,
ya que un amigo de su madre al cual ella conocía, Pepe, sacerdote y fraile
carmelita, dio una charla en su instituto para formar un grupo de jóvenes en la
parroquia de Santa Teresa, yo acepté, un nuevo reto del cual hoy en día no me
arrepiento de haberlo vivido.
Todo
comienzo fue complicado, tal y como la vida misma. Nuestros primeros monitores
fueron, grandes personas, que me inculcaron muchos valores propios, como fueron
Luis "Luiso" y David del Carpio. Grandes personas con grandes valores
y siempre con sus sonrisas imperecederas que nos dieron momentos únicos, convivencias
y todo ello nos unió durante esos años y aún seguimos teniendo trato, no como
el que quisiera tener, pero la vida como en Júcar, sigue.
Nuestro
grupo Júcar Sevilla estaba compuesto por: Eulogio, Rocío, Ángel, Joaquín Luna y
yo.
Años
siguientes, tuvimos cambio de monitores, donde pasaron María, que aunque no
pudo asistir a ninguna pascua Júcar, nos ayudó y apoyó bastante; Fernando
Barbero, cuánto vivimos con él, cuántos momentos, vigilias, incluso nos
llegamos a reunir, incluso para haber formado una hermandad para darle más
culto si cabe a nuestra querida Virgen del Carmen.
La
persona sin duda, que más insistió en nuestro compromiso Júcar, fue Rosario
Vera, sus valores, su fuerza, su trabajo constante, es algo que siempre
recordaré y su amistad no se perderá a lo largo de los años, tanto trabajo,
tantos momentos, tantos disgustos y "arreglos de última hora", pero
todo tiene su premio y es poder haber llevado casi íntegramente a Júcar Sevilla
a las que son ahora por mí añoradas, las Pascuas en Osuna.
Tantas
vivencias, que no sé por dónde podría empezar y seguramente se me olviden
algunas, ya que resumir estos años en tan pocas líneas, es un trabajo arduo.
Mi
comienzo en nuestra parroquia de Santa Teresa, con los padres Pepe Carrillo y
Antonio Carmona, que en paz descanse; todos los viernes e incluso algún que
otro sábado, teníamos nuestro "ratito" Júcar y la verdad, eran
momentos inolvidables, tantas personas que vinieron y se fueron, probaron y se
quedaron...Tantas convivencias, oraciones y encuentros, tantos proyectos,
buenos y malos momentos.
Recuerdo
nuestra visita a Madrid, íntegramente de todo Júcar Sevilla, para estar en uno
de los momentos más importantes para mi amigo David del Carpio, el cual me
regaló una llamada de teléfono para que participará en su profesión, que fue
para mi algo maravilloso, poder leer la segunda lectura en la eucaristía de su
profesión solemne, al igual que años más tarde, en Osuna, acompañamos parte del
Grupo Júcar Sevilla a Fernando Barbero y nuevamente a David del Carpio a una
profesión solemne de la orden del Carmen.
Momentos
inolvidables, convivencias, participaciones tanto en nuestra parroquia de Santa
Teresa como en el Buen Suceso, recogida de alimentos, campañas de juguetes,
confirmaciones en Antequera...
Todo lo
que pueda hablar de mis años en Júcar, son todo elogios y digno de volver a
recordar y vivir.
Gracias a
todos y permítanme que me exprese con nombres, aunque recuerdo a cada una de
las personas que he llegado a conocer y todos y todas tenéis un "cachito
de mi corazón" con vuestro nombre, con vuestro recuerdo, de todos los
momentos vividos, de todos esos desayunos, almuerzos, cenas en el comedor de
Osuna, esos pasillos, esas habitaciones, "el salón", esa noche que
dormimos junto a la cruz, mi amiga Rocío Trillo y yo, grandes momentos con mi
Grupo Júcar, tantos recuerdos, tantas lágrimas cuando se marchaban nuestros
amigos de Antequera, Málaga y Madrid, tantas risas flojas en nuestra habitación
donde nos llegamos a meter 17 personas, recuerdos de nuestros primeros momentos
con Joaquín Luna, con mi querido hermano Eu, tanto expresado, en nuestros
ratitos de charla con Paco Zambrano, las confesiones con el Padre Antonio de
Antequera, a mi primera vecina de habitación Gema Bermi, por tanto cariño dado
y recordado; a Mº del Mar Naranjo "Chipi" por su sonrisa y su cariño,
a las "Marías" de Antequera, a Inma de Antequera por su cariño
incondicional; a Paco Daza por sus palabras siempre tan llenas de vida y tan
enriquecedoras; a David del Carpio por enseñarme que es "el temor de
Dios", tantos valores, tantos buenos momentos, sus cartas desde Italia,
las guardo como un tesoro preciado; a Luiso, tantas lágrimas derramé con él y
siempre estuvo ahí, siempre, tu sonrisa era un aliciente para seguir; a Rosario
que más puedo decirte, un GRACIAS por todo; a Fernando aunque ya no esté en la
orden, fue un amigo verdadero el que tuve y sigo teniendo.
Quiero
expresar aquí con una lectura, lo que sentí estando tantos años en Júcar, lo
que puedo decir claramente es que si no me arrepiento de nada de lo que he
vivido y no volvería atrás, si digo que volvería atrás para revivir todo lo que
he vivido en Júcar Sevilla y en las Pascuas de Osuna.
"Os recogeré por las naciones, os
reuniré de todos los países y os llevaré a vuestra tierra. Os rociaré con un
agua pura que os purificará: de todas vuestras inmundicias e idolatrías os he
de purificar. Os daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nuevo;
arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne.
Os infundiré mi espíritu y haré que caminéis según mis preceptos y que cumpláis
mis mandatos poniéndolos por obra. Habitaréis en la tierra que di a vuestros
padres; vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios".
Ez
36, 24-28.
Nicolás
Ruiz Aires.
(Jucar
Sevilla)
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